YIN Y YAN ( Ki )
Las piedras que encuentro en mi camino, que dibujo y grabo, nos cuentan la historia del mundo, mitos y leyendas.
Espero que os guste.
Los
dibujos que veis representados en la piedra simbolizan lo masculino y
lo femenino.
El
icono de color azul representa la espada (lo masculino) y
sigue empleándose hoy en día en los uniformes militares. El otro
símbolo de color rojo representa lo femenino, exactamente lo
contrario de lo masculino.
Tiene la forma de un triángulo o
recipiente parecido a una copa, o “cáliz” (que era donde se
guardaba la sangre de Cristo). Este símbolo expresa la
feminidad, el vientre femenino y la fertilidad.
En
el comienzo del Universo no había nada, y en esa nada estaba el “Ki”, pura energía. Al comenzar el “ Ki” a moverse,
desarrolló dos fuerzas diferentes: Yin y Yan,
y para cada elemento un elemento igual que se opone; visible,
invisible, negro, blanco, masculino, femenino; claro, oscuro.
Según
estas energías opuestas se movían más deprisa, crearon el sonido,
el color, etc. Por último, a su velocidad más elevada crearon la
materia, la cual se dividió en cinco elementos: agua, fuego, metal,
madera y tierra
Por
ello, el “ki” se mueve y controla los elementos en el Universo, y
también controla los del cuerpo humano.
El “Ki” es la fuerza
invisible que nos da poder para la movilidad e intelectualidad.
Es
la fuerza de la tierra que mora en todos los seres humanos y en el
resto de las criaturas orgánicas e inorgánicas.
El
color rojo o campo de energía, está situado a tres pulgadas por
debajo del ombligo. Su importancia está en el hecho de que la
materia fue creada de la nada y, para comprender el significado de
esto, tenemos que regresar a la concepción de la vida humana.
El
óvulo (fuerza negativa) y el espermatozoide (fuerza positiva), son
creados por el Jung Ki, y unificados en un solo ser que da origen a
otro nuevo ser. Es un hecho que el óvulo siempre se aloja en el
mismo punto cada vez, en donde permanece hasta que nace como ser
humano.
Lo
primero que un óvulo fecundado desarrolla es un cordón umbilical
que le une a la madre. A través de este cordón umbilical el feto
recibe los nutrientes y la energía de la madre durante los nueve
meses siguientes. Esta es la manera en que el niño recibe el “ki”
de la madre.
Cuando
el niño sale de la matriz al exterior, lo primero que hace es tomar
aire, comenzando entonces a tomar “ki”, siendo el elemento más
vital para la vida humana.
Al crecer todos olvidamos la importancia
de nuestro ombligo, el punto en el cual nació la vida y nos sigue
manteniendo unidos al Universo.
Guadalupe Aguilera
Bibliografía consultada y Textos extraídos de:
-Los otros datos que contiene esta historia son de apuntes recopilados por Guadalupe Aguilera; de autores que desconoce y por informaciones de las que se nutre “que no han sido escritas”
4 PENSAMIENTOS EN ““Yin y Yan (Ki)””
- Felices Fiestas y prospero año nuevo para todos los colaboradores, usuarios y lectores de la Revista del Centro Social de Coya, especialmente para mis lectores por los comentarios que he recibido. También quiero decirles que no se preocupen por la crisis, porque la creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche. Es en la crisis donde nace la inventiva, los descubrimientos, y las grandes estrategias. Albert Einstein decía: Quien supera la crisis se supera a sí mismo, sin quedar " superado". Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias, violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones. La verdadera crisis es la crisis de la incompetencia. El problema de las personas y los países es la pereza para encontrar las salidas y soluciones. Sin crisis no hay desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin crisis no hay méritos. Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es una caricia. Me despido de todos vosotros con un fuerte abrazo. Atentamente. Guadalupe.
- Miguel correa nogueira o dixo:Estimada Guadalupe, el optimista ve una oportunidad en cada problema, el pesimista, ve un problema en cada oportunidad. Gracias por ser optimista. Miguel Correa.