domingo, 16 de noviembre de 2014

¿Hay vida después del parto?

En el vientre de una mujer embarazada se encontraban dos bebés. Uno pregunta al otro:
-¿Tú crees en la vida después del parto?
– Claro que sí. Algo debe existir después del parto. Tal vez estemos aquí porque necesitamos prepararnos para lo que seremos más tarde.
– ¡Tonterías! No hay vida después del parto. ¿Cómo sería esa vida?
– No lo sé pero seguramente… habrá más luz que aquí. Tal vez caminemos con nuestros propios pies y nos alimentemos por la boca.
– ¡Eso es absurdo! Caminar es imposible. ¿Y comer por la boca? ¡Eso es ridículo! El cordón umbilical es por donde nos alimentamos. Yo te digo una cosa: la vida después del parto está excluida. El cordón umbilical es demasiado corto.
– Pues yo creo que debe haber algo. Y tal vez sea solo un poco distinto a lo que estamos acostumbrados a tener aquí.
– Pero nadie ha vuelto nunca del más allá, después del parto. El parto es el final de la vida. Y a fin de cuentas, la vida no es más que una angustiosa existencia en la oscuridad que no lleva a nada.
– Bueno, yo no sé exactamente cómo será después del parto, pero seguro que veremos a mamá y ella nos cuidará.
– ¿Mamá? ¿Tú crees en mamá? ¿Y dónde crees tú que está ella?
– ¿Dónde? ¡En todo nuestro alrededor! En ella y a través de ella es como vivimos. Sin ella todo este mundo no existiría.
– ¡Pues yo no me lo creo! Nunca he visto a mamá, por lo tanto, es lógico que no exista.
– Bueno, pero a veces, cuando estamos en silencio, tú puedes oírla cantando o sentir como acaricia nuestro mundo. ¿Sabes…?. Yo pienso que hay una vida real que nos espera y que ahora solamente estamos preparándonos para ella…
Autor desconocido. Extraído de Senda Nahual
Yo pienso que hay una vida en la tierra y otras después de la muerte. La vida no muere nunca, es un largometraje que no tiene fin ni regreso, es un infinito viaje hacia el futuro y al conocimiento.

También sabemos que hemos llegado a la Escuela de la Vida para ser creativos.
Aunque la creatividad tenga que nacer de la angustia, como el día nace de la noche.

Llegamos aquí para aprender de los errores cometidos y para adquirir conocimiento.

Con nuestro nacimiento se abre la puerta de entrada a este mundo “la escuela de la vida” y con nuestra muerte se abre la puerta de salida de este mundo.

Aquí tenemos que dejar nuestro uniforme que es nuestro " cuerpo” por estar hecho de materia que pertenece a la la tierra. Todo lo que da la tierra queda en ella. Pero al morir físicamente, nuestra alma se libera saliendo por todos los orificios de nuestro cuerpo, llevando consigo al infinito todas nuestras vivencias, todos nuestros avances, y el nivel de  conocimiento que hemos conseguido en la tierra  " en la escuela de la vida". 

Después debemos continuar el viaje hacia un nivel superior, y entrar en la “Universidad del Cosmos”.Hasta lograr la perfección y obtener la Sabiduría Universal.
Texto después del vídeo: Guadalupe Aguilera


guadalupeaguileramendez@gmail.com

2 PENSAMIENTOS EN “¿HAY VIDA DESPUÉS DEL PARTO?


  1. Realmente bonita la metáfora. Me gusta mucho lo que has escrito Guadalupe. Es muy poético y !ojalá! tengas razón. Un abrazo. Alex
  2. Preciosa historia, pero me gusta también mucho el video, ha quedado genial con la música que has elegido. Como diría mi abuela, “la vida es un tango y la muerte un pasodoble”
    Un besazo

miércoles, 29 de octubre de 2014


           

 Las incomparables mujeres celtas



Me llamo Guadalupe Aguilera. Las piedras que encuentro en mi camino, que dibujo y grabo, nos cuentan la historia del mundo, mitos y leyendas. Espero que os guste.
El gravado de esta piedra “Infinito” representa la evolución constante de la sabiduría y del conocimiento.
Este símbolo era intercambiado entre los amantes celtas para que la relación fuera imperecedera, el complemento, el apoyo y la fusión de la pareja.

Las mujeres celtas gozaban de los mismos privilegios que el hombre celta. De niñas aprendían a luchar, a montar a caballo y a defenderse de las serpientes y osos. Defendían su hogar como lobas en celo: con puñetazos, patadas, uñas y dientes.
Eran muy limpias, se bañaban dos veces al día mientras que las patricias romanas lo hacían una vez al mes. Cuidaban su piel y además sabían cocinar muy bien.

No les servía cualquier hombre, tenía que ser guapo, fuerte, valiente, y que tuviese unos enormes mostachos bien arreglados, para ello los celtas inventaron las tijeras.

Los celtas no le daban importancia a la virginidad. Cuando una mujer celta deseaba a un hombre lo buscaba de una manera directa y abierta y podía juntarse con él cuando le apeteciera descaradamente.
Se admitía la poligamia y se practicaba lo que los celtas llamaban” la amistad de los muslos”.
Una mujer podía compartir un grupo de diez o doce hombres, sobre todo entre hermanos y entre hermanos e hijos. Las mujeres celtas no eran propiedad de su marido, solo eran compañeras en una aventura matrimonial y si las cosas no marchaban bien se divorciaban.
Podían heredar propiedades y administrar sus bienes, y aunque los bienes eran compartidos dentro del matrimonio esto no afectaba a la propiedad legal de cada uno, por lo que ella podía disponer libremente de sus posesiones, y en caso de separación cada uno recuperaba lo suyo.

La riqueza también iba unida a la autoridad, si la esposa era la más rica de los dos ella era quién mandaba. Los hijos siempre eran propiedad de la madre, porque dada la promiscuidad era muy difícil saber quien era el padre.

Todo lo contrario, ocurría con la mujer griega que tras el matrimonio tenía que entregar todas sus posesiones al marido, dedicarse a las labores de la casa y mantenerse fuera de la vista cuando el marido llegaba a casa con sus amigos. Si quería salir de casa, ir a alguna celebración religiosa o al teatro tenía que ir acompañada de otra mujer o de una esclava. 

Si la mujer era romana, no solo tenía que darse a respetar sino que tenía que estar por encima de toda sospecha, la infidelidad era muy castigada y las sentencias podían llevar a la pena de muerte, por lo que solo podían encontrar amantes entre los que no les importaba correr riesgos.
Lo peor es que cuando quedaban en cinta de un amor ilícito antes de que su esposo lo llegase a saber abortaban y si el esposo estaba ausente esperaban a que naciese el niño para matarlo o abandonarlo en el bosque.

En el mundo celta no se admitía el aborto y cuando encontraban algún niño abandonado lo adoptaban y lo criaban como si de un hijo propio se tratara, lo mismo hacían con los huérfanos de guerra. Cosa que no hacían los romanos que cuando encontraban a un niño abandonado solían matarlo y si no lo mataban lo vendían como esclavo o lo entregaban para hacer algún sacrificio humano.

Sin embargo, los griegos preferían criarlo para después utilizarlo en juegos sexuales y orgías, y cuando su amo o señor tenía que ir a combatir a la guerra lo llevaba como esclavo. Además, tenía que satisfacer los deseos sexuales de su señor y muchas veces de los otros oficiales.
Por ese motivo las mujeres celtas antes de ver esclavos o torturados a sus hijos preferían matarlos ellas mismas con sus manos.
La valentía de las mujeres celtas era incomparable, antes de entrar en combate se desnudaban y ponían en su cuello un torque (collar protector de los dioses) lo mismo que hacían los hombres.
Después se lanzaban a la lucha como fieras salvajes (desnudas) con sus largas melenas al viento empuñando con fuerza la espada mortal de doble filo (acabada en punta inventada por los celtas) gritando y chillando con unos alaridos desgarradores que no eran humanos ni de animal, parecía llegados de otro mundo, y que hacían retroceder “acojonados” al más valiente de sus adversarios.

César decía a sus hombres: “Una hembra celta es una fuerza peligrosa a la que hay que temer, ya que no es raro que luchen a la par de sus hombres y a veces mejor que ellos”.

Los celtas no eran salvajes, lo que ocurre es que desde tiempos muy remotos habían adquirido de las tribus nómadas la costumbre de hacer sacrificios humanos, y eso lo miraban como algo normal.

Otra de sus costumbres era “la cosecha de guerra” consistía en traer colgando del fuste de la silla las cabezas decapitadas de sus enemigos como si fueran ristras de ajos.

No sé por qué los romanos llamaban salvajes a los celtas cuando eran de todas las culturas los más hospitalarios; si llegaba un desconocido primero le ofrecían comida, después venían las preguntas.
Eran románticos, les gustaba tocar la lira y cantar historias de trágicos amores alrededor de una hoguera.

En el mundo celta había historiadores, druidas, poetas, médicos, instructores/as de armas, reinas etc. No maltrataban a las mujeres, las respetaban y las defendían por ser dadoras de vida, lo mismo que hacían con la Diosa Madre: La Tierra.

Texto y foto: Guadalupe Aguilera
guadalupeaguileramendez@gmail.com

Bibliografía consultada y Textos extraídos de:
-Rutherford, Ward (1993). El Misterio de los druidas. Colección Enigmas de la Historia. Barcelona: Ediciones Martínez roca, S.A. 1994
-Los otros datos que contiene esta historia son de apuntes recopilados por Guadalupe Aguilera; de autores que desconoce y por informaciones de las que se nutre “que no han sido escritas”.

8 comentarios en “Las incomparables mujeres celtas

  • el 26/10/2014 a las 6:49 pm
    Permalink

    Gracias por tu lección de historia. Es muy interesante saber algo de la cultura celta que aunque haya quienes digan que en Galicia no hubo celtas, al menos pasaron por aquí por los restos que nos dejaron y las costumbres que hemos heredado. Yo soy de la época en la que apenas se estudiaba en los colegios la historia de Galicia y me interesa todo lo que se relacione con esa época.
    Otra vez gracias por tu lección de historia.
    Gloria.

  • el 27/10/2014 a las 9:25 pm
    Permalink

    La piedra está chulísima, como siempre…. el camino de las mujeres no ha sido fácil a lo largo de toda la historia..y han tenido que demostrar más para los mismos derechos. Olé por las mujeres Celtas y enhorabuena por tu historia!

  • el 28/10/2014 a las 1:28 pm
    Permalink

    Las mujeres celtas son incombustibles y mas viendo las mujeres de aquí, de la República dominicana. Un abrazo muy fuerte desde el Caribe y continua enseñándonos con tus historias
    Vivan las Celtas

  • el 29/10/2014 a las 8:26 pm
    Permalink

    Gracias Guadalupe por esta historia tan interesante que nos cuentas sobre las mujeres celtas,la cultura celta es fascinante ,ya que en efecto se respetaban por igual hombres y mujeres.Una mujer llamada Kinimara que habia sido violada,logro cortarle la cabeza a su agresor, y se la llevo a su marido para enseñarsela,caramba con ella eh….
    Y otra vez gracias por contarnos estas historias tan autenticas; Un abrazo

  • el 30/10/2014 a las 9:21 pm
    Permalink

    Claro esta que los celtas estuvieron en Galícia ,pruebas hay de sobra ,de su paso por nuestra tierra.Las mujeres celtas ( gallegas )fueron y siguen siendo un ejemplo de carácter y fortaleza ,ejercían de madre y de padre,cuando el hombre se iba a la mar ,o emigraba a otras tierras ,ellas cuidaban la casa y los bienes y lo defendían con uñas y dientes , (como lobas )cuidaban a sus ancianos y tiraban de la vida ,sin problema alguno ,a todo buscaban solución .Fueron y somos ,un ejemplo para otras culturas. Gracias por tu artículo ,muy interesante, como todos los tuyos .un saludo.

  • el 02/11/2014 a las 11:23 pm
    Permalink

    Me parece super interesante la cultura celta aqui en huelva tambien tuvimos a los tartesos la civilizacion mas antigua en españa y es muy bonito el dibujo de la piedra si quisiera una como podria conseguirla?? muchas gracias..un saludo y no dejes de escribir y de informar a la gente…

    • el 03/11/2014 a las 11:45 am
      Permalink

      Hola Juanma, me alegro que te haya gustado la piedra “Infinito” eso demuestra que eres una persona muy sensible y que vas en busca de la estabilidad y el conocimiento. Los egipcios eran unos apasionados de las piedras y las tallaban a mano, lo mismo que hago yo” pero sin tanta perfección porque no me puedo considerar siquiera una aprendiz”por lo tanto son piedras únicas que no están a la venta, que influyen en mi estado de animo y me cuentan historias y sucesos que la humanidad había olvidado.
      Gracias por leer mis historias y que mis piedras a través de la pantalla os den serenidad e influencias positivas.
      Atentamente
      Guadalupe Aguilera.

  • el 05/11/2014 a las 5:44 pm
    Permalink

    Tengo una amiga que se llama Olga Vázquez, que me dice que le gustan mucho tus historias porque aprende mucho de ellas y quiere que te diga que esta completamente de acuerdo con el comentario de Carmen.Un saludo.

lunes, 27 de octubre de 2014




    ¿Por qué me llamas indio?


Me llamo Guadalupe Aguilera.
Las piedras que encuentro en mi camino, que dibujo y grabo, nos cuentan la historia del mundo, mitos y leyendas.
Espero que os guste.
Recuerdo que cuando era pequeña y estudiaba siempre encontraba cosas que no me cuadraban y que me confundían, por un lado me decían que el primer hombre y la primera mujer fueron creados por Dios y que se llamaban Adán y Eva, por otro lado me decían que antes de Adán y Eva ya existían los hombres primitivos, tampoco entendía porque a los indígenas de América se les llamó “indios” si no eran de la India, quizás por estas contradicciones y muchas más decidí con ayuda de mis piedras descubrir porqué a los indígenas de América aún hoy le llamamos indios.
Al parecer los primeros pobladores de América llegaron atravesando el estrecho de Bering (1300-1500 a. C), procrearon y se extendieron por esa tierra. América ya estaba habitada por millones de habitantes cuando Cristóbal Colón la descubrió.

En América del Norte estaban los aztecas, y en América del sur los incas. Estas dos civilizaciones no se conocían entre sí porque carecían de comunicaciones interiores y de flotas para surcar los mares.

Cuando Cristóbal Colón pisó por primera vez las Antillas creyó que había llegado a la India. Por ese “error” a los indígenas de América se les llamó indios.

En la superficie que corresponde a EE.UU de hoy, se estima que había hasta 2,5 millones de habitantes, vivían en bulliciosas aldeas y cultivaban maíz y hortalizas, su organización y costumbres eran muy diferentes a los indios de América del Sur.
Otros indios como los iroqueses vivían desde los bosques del Atlántico a los Grandes Lagos y Misisipi, eran buenos guerreros, cazaban y pescaban.

Entre el Misisipi y las montañas rocosas estaba el territorio de caza de los sioux, cheyenes, kiowas y muchos más, su sustento de vida era el bisonte, con su carne se alimentaban, con sus huesos fabricaban utensilios y armas, con sus tendones hacían cuerdas, con la piel se vestían y cubrían sus casas circulares para protegerse del frío. 

Los indios no tenían el concepto de propiedad de la tierra y creían que los hombres formaban parte de la naturaleza, por lo tanto la tierra pertenecía a todos. Pero con la llegada del hombre blanco todo cambió.

La reina Isabel la Católica quería que los indios se evangelizaran y no tardó en imponer la fe católica “arrebatando por la fuerza a los nativos sus creencias centenarias”.

Los españoles y portugueses fueron los primeros en organizar las primeras expediciones con el mismo espíritu de cruzada que les había guiado en la guerra contra los judíos. Pero detrás de ese disfraz religioso se ocultaban otros motivos económicos como la conquista de tierras, el control de nuevas rutas de navegación y la búsqueda de oro.

Para conseguirlo no dudaron en asesinar, violar y emborrachar a los indígenas que no conocían los efectos del alcohol, además fueron contagiados por todo tipo de enfermedades traídas por el hombre blanco que causaron un gran número de muertes.

Los indios no tenían maldad y eran hospitalarios, todo extranjero era bien recibido, sino fuera por ellos y su ayuda los primeros colonos ingleses del Mayflower no hubiesen podido superar su primer invierno. Desde entonces en Norteamérica se celebra el día de Acción de Gracias.

En 1787 se elaboró la “Constitución de Estados” presidida por Washington y se declaró la independencia. Para entonces las antiguas colonias británicas contaban ya con cuatro millones de ciudadanos que se repartían en plantaciones, haciendas y centros rurales.

A los indios se les consideraba unos salvajes y su vida no valía nada. Los obligaron a trasladarse a una reserva al oeste del Misisipi, pero cuando se descubrió oro en California, los colonos comenzaron a asesinar a los indios para obligarlos a que dejaran unas tierras que por ley les habían concedido. Mataron también indiscriminadamente a los bisontes.

En 1850 la suma de bisontes era de 50 millones de cabezas, y 30 años después prácticamente los habían extinguido. Para sobrevivir y conseguir suministros los indios se vieron obligados a recurrir a ataques contra otras tribus y contra el hombre blanco.

Estos acontecimientos hacen que en 1854 el presidente de los EE.UU, Franklin Pierce, envíe una oferta al jefe Seattle, de la tribu Suwamish para comprarle los territorios del noroeste de los EE. UU. La contestación del jefe indio no tiene desperdicio, podéis escuchar el contenido de la carta en el siguiente vídeo pulsando (aquí).

La hambruna y las condiciones lamentables en que estaban los indios hace que las tribus se unan, y en 1876 consiguen derrotar a los blancos en la batalla de Little Big Horn donde murió el general Custer.

Después de esta batalla fueron confinados a las reservas. Con el paso del tiempo se supo que la carta del jefe indio Seatte, nunca llegó a manos del presidente de EE. UU. Franklin Pierce.
Vigo 14 de septiembre del 2014

Texto y foto: Guadalupe Aguilera
Bibliografía consultada y textos extraídos de:
>LAZPER1 (3/10/2009) “Carta al Presidente Franklin del Jefe Indio de los Swamish.”Video disponible en Youtube: http://www.youtube.com/channel/UCHNXQguJMc8ykr-mXhaU3BwY en http://www.youtube.com/watch?v=SOCCjpjq_XE
Gran Libro de la Historia. Todo Libro. Querat del Hierro, María del Pilar (Traducción y adaptación). Título original: Tutta la Storia fino ai giorni nostri.Todo libro Ediciciones S.A.Obra colectiva. Madrid.
-Los otros datos que contiene esta historia son de apuntes recopilados por Guadalupe Aguilera; de autores que desconoce y por informaciones de las que se nutre “que no han sido escritas”.
7 PENSAMIENTOS EN “¿POR QUÉ ME LLAMAS INDIO?
  1. Enhorabuena de nuevo! Me encanta la Piedra en honor del Jefe Indio. Sabias palabras las de su carta y tan de actualidad pese al tiempo transcurrido. El “hombre” sigue colonizando, exterminando y destruyendo hábitat naturales…Por codicia, ignorancia o en aras del progreso como verdaderos Salvajes!
  2. Hola nuevamente enhorabuena por una nueva historia, precisamente muchas veces me había preguntado, El porque llamaban indios a algunas tribus América sino vivían en la India, gracias por habérmelo aclarado.
    Un saludo
  3. Salvaje e irresponsable es el hombre blanco,a ver si tomamos ejemplo del Jefe indio y cuidamos más la tierra. Enhorabuena por la historia tan interesante.
  4. Enhorabuena por la piedra y la historia, Lupe.
    Esta última no es solo muy cierta, sino que a veces da la impresión de que no hayamos progresado nada. Y enlazar el vídeo con el texto de la carta ha sido un acierto.
    Sigue contándonos historias así! Un saludo.
    • Hola Dani,me alegro que te haya gustado el vídeo que incorporé a la historia porque es la primera vez que lo hago. Aprovecho para dar las gracias a todas las personas que siguen mis historias y en especial para las que aún sin conocerme como en tu caso me ponen comentarios.
      Me despido de ti con un afectuoso saludo deseando lo mejor para todos.
      Atentamente
      Guadalupe Aguilera.
  5. QUe bonita historia la que nos cuentas,y por desgracia aun hoy dia seguimos sin aprender nada ya que no se respecta al ser humano,se martiriza a los animales,se queman los montes,se contaminan los rios,mares e.t.c y todo por el maldito dinero.Cuanto queda por aprender de esta gente que lo que hace es respetar los ciclos de la naturaleza .felicidades y sigue siempre asi,un saludo.