Soy de Cáncer, mi regente es la luna y esta es su leyenda.
Me llamo Guadalupe Aguilera.
Las piedras que encuentro en mi camino que dibujo y grabo, nos cuentan la historia del mundo, mitos y leyendas.
Espero que os guste.
El cangrejo tiene de regente a la Luna y su elemento vital es el agua, por ese motivo las personas nacidas entre el 21 de junio y el 22 de Julio que pertenecen al signo, de Cáncer se alimentan de emociones y de sentimientos que exteriorizan a través del agua que sale por los poros de su piel como el sudor o las lágrimas. Una lágrima es el 1% de agua y un 99% de sentimientos.
El dibujo de esta piedra me habla del signo
de Cáncer, uno de los signos más protectores de todo el zodiaco. Cáncer rige a
la familia y las experiencias que unen a la madre y el hijo.
Los nativos de este signo son muy intuitivos y se conectan muy bien con las fuerzas del universo a través de su sensibilidad y de su mente. Como su regente es la luna todos sus pensamientos, sueños y acontecimientos quedan gravados con una gran precisión en su memoria y los recuerdan como si acabaran de suceder, de hecho, dicen que algunos nativos de Cáncer recuerdan siempre la sensación confort que experimentaron cuando estaban dentro de las aguas del útero de su madre.
Los Cancéranos suelen acumular sus emociones y guardan sus sentimientos, no son dados a exteriorizarlos, pero cuando la gota rebosa el vaso y ya no pueden más revientan sorprendiendo con su genio a familiares y amigos. Su estado de ánimo cambia constantemente, siempre consiguen lo que quieren porque son muy inflexibles y tenaces, por ese motivo suelen salirse con la suya y no hacen caso por mucho que le supliquen los demás. Insisten hasta que las cosas se hacen a su manera o no se hacen.
Son
caritativos y les gusta ayudar, pero piensan que la caridad comienza por uno
mismo, después la familia y por ultimo los amigos y conocidos. Los cancéranos
prefieren casarse y tener hijos porque creen que el matrimonio les aporta
seguridad y estabilidad y prefieren aguantar una mala relación antes que pedir
el divorcio y romper así la unidad familiar. Si esto ocurre lo llevan mal y
enferman.
Cuando alguien me comenta que su hijo siempre se pone enfermo porque lo agarra todo, le pregunto si pertenece al signo de Cáncer, en caso afirmativo es muy posible que la enfermedad sea provocada porque el niño no se siente seguro dentro de su hogar, escuche broncas o perciba “mal rollo” entre padres o familiares. De nada vale que lleves a tu hijo al médico sino tiene tranquilidad en casa, porque ni el médico ni los medicamentos lo podrán curar.
Las personas que pertenecen al signo de Cáncer suelen ser muy aprensivas y se torturan así mismos con viejos remordimientos. En la relación de pareja no quieren sexo sin amor y si se acompaña de una buena cena o comida mejor.
Si queréis más información sobre el signo de
Cáncer podéis leer la historia que escribí en el año 2015 titulada “Conexiones
astrales, Cáncer y alma”.
En la constelación de Cáncer se puede ver el dibujo de un cangrejo. Cuando el sol entra en Cáncer es cuando comienza el solsticio del verano, el 21 de junio (a veces el 20 o el 22) siendo el día más largo del año en el hemisferio norte. También muy cerca de la constelación de Cáncer “el cangrejo” se puede ver la constelación Hidra con sus cabezas.
Hidra era un monstruo con forma de serpiente que tenía muchas cabezas y una de ellas era inmortal, vivía en una enorme cueva en el lago de Lerma, tenía aterrorizado a todo el pueblo, nadie se atrevía a pasar por allí y mucho menos a enfrentarse a Hidra. La cueva echaba un olor nauseabundo por el aliento venenoso que expulsaban las cabezas de la serpiente y las personas que lo respiraban morían.
La diosa Hera había criado a Hidra y no
quería que nadie la matara, además, para
que no se sintiera sola creó a un cangrejo
gigante para que le hiciese compañía y de paso cortara la entrada de la cueva a
los intrusos.
Pero el destino quiso que naciera Hércules (Heracles
en griego). Todo comienza cuando Zeus se fija en Alcmena una hermosa mortal, hija del rey de Micenas. Alcmena
estaba casada con “Anfitrión” el rey de Tirinto y de Astidamia. Pero a Zeus no
le importa en absoluto que Alcmena esté casada, cuando desea algo lo toma y punto.
La esposa de Zeus se llamaba Hera, pero Zeus no le prestaba ninguna atención y siempre le fue infiel, de hecho, era un mujeriego empedernido y practicaba sexo con diosas, ninfas, animales y humanos. Siempre que Zeus viajaba a la tierra regresaba al Olimpo con un hijo nuevo fruto de sus infidelidades y esta vez regresó con Hércules.
Cuando su esposa
Hera ve al niño entra en cólera con un ataque de celos y desde ese momento jura
hacerle la vida imposible a Hércules y desea matarlo.
Hércules no entiende
porque Hera lo trata tan mal y comienza a hacer preguntas. Entonces su amigo
Yolao le cuenta que su padre Zeus en uno de sus viajes a la tierra se hizo
pasar por el esposo de Alcmena. Esa noche yace con ella y la deja en cinta,
nueve meses después en el año 1.282 a .C, Alcmena da a luz a dos gemelos”
Ificles y Hércules” uno es hijo de Anfitrión y el otro es de Zeus.
Cuando Hércules
descubre que la diosa Hera no es su verdadera madre y que es fruto de una
relación de Zeus con Alcmena se da cuenta que no es de todo inmortal y que su
vida corre peligro. Entonces le suplica al rey Euristeo que le diga lo que
tiene que hacer para conseguir la inmortalidad. El rey Euristeo le dice que
para lograrla tiene que superar doce pruebas y solo podrá conseguirla si logra
salir vivo de ellas.
En la primera prueba mató al león de Nemea. La segunda de las pruebas o de los doce trabajos encomendados consistía en matar a Hidra, pero para conseguirlo tendría que cortar una de sus cabezas inmortal. Como todas las cabezas de Hidra eran iguales, al no poder identificar cual era la inmortal no le quedaba más remedio que cortarlas todas una a una.
Hércules entra en la cueva no sin antes protegerse con un paño la boca y la nariz para no respirar el aliento venenoso que expulsaban las cabezas del monstruo. Los dioses desde el Olimpo no pierden de vista a Hércules y Hera reza para que Hidra mate a Hércules.
Hidra sale de
la oscuridad y avanza hacía Hércules para matarlo, pero Hércules empuñando con
toda su fuerza su espada corta de un tajo una de las cabezas de Hidra que cae
al suelo rodando ensangrentada, pero cuando se dispone a asestar el segundo
golpe a otra de las cabezas un enorme cangrejo sale en defensa de Hidra. El
cangrejo muerde a Hércules y lo atenaza sujetándolo por los pies para que no se
pueda mover ni defenderse de Hidra.
Hércules desesperado lucha contra el cangrejo
para que este lo suelte, y le asesta con su espada varios golpes a diestro y
siniestro hasta que por fin logra
matarlo, después lo aplasta. Pero cuando se vuelve, ve con asombro que del
cuello de la cabeza que él había decapitado y que estaba ensangrentado se
habían regenerado dos nuevas cabezas. Entonces se da cuenta que tiene que
conseguir interrumpir el flujo sanguíneo si no quiere que se sigan
reproduciendo más cabezas.
Desesperado pide ayuda a su hermano mortal Ificles que lo había acompañado y lo estaba esperando a la entrada de la cueva. Gritando le dice que se acerque con una antorcha y que vaya quemando los cuellos de las cabezas que va decapitando para soldar el riego sanguíneo y que no se reproduzcan más cabezas. La idea resultó y por fin pudieron dar muerte a Hidra.
Después con la sangre venenosa de Hidra mancharon sus flechas y las guardaron para su décimo trabajo, que consistía en dar muerte a Gerión.
Gerión
vivía en la isla de Gárida (actualmente Cádiz conocida también como la tacita
de plata) estaba más allá de las columnas de Hércules al oeste del Mediterráneo.
El gigante Gerión tenía tres cuerpos, tres cabezas, seis brazos y seis piernas,
era dueño de una gran fortuna y poseía una granja con todo tipo de animales incluidas
vacas rojas y bueyes. Tenía sometido, aterrorizado y hambriento a todo el pueblo, y nadie podía pasar por sus
dominios. Hércules sabía que era muy difícil matar a Gerión sobre todo por el
grosor de sus tres cuerpos pero confiaba en que sus flechas manchadas con la
sangre envenenada de Hidra lo matarían. Cuando Hércules ve a Gerión le dispara
varias flechas y el gigante cae al suelo fulminado.
Los dioses del Olimpo no quedaron muy convencidos con la segunda prueba de Hércules por solicitar la ayuda de Ificles para matar a Hidra, pero le dieron la oportunidad de continuar hasta el final y completar los doce trabajos para conseguir la inmortalidad.
La cabeza inmortal de Hidra fue enterrada por Ificles y Hércules bajo una gran roca entre Lerma y Eleunte.
La diosa Hera muy apenada por la muerte del cangrejo (que dio su vida por proteger y defender a Hidra) le rindió honores y dibujó con estrellas la forma de un cangrejo en el firmamento, creando así la constelación de Cáncer.
Vigo 3 de Julio del 2016