domingo, 1 de septiembre de 2013




La Buto





La gran serpiente (Cobra con alas) tenía el título de “La Señora del Bajo Egipto”. Era conocida por: Uadyet – Uazit – Wadjet y también por “la Buto de los griegos” (que la identificaban con Leto).
Como Cobra levantada era la protectora de Egipto y de los faraones. También se representaba en forma de mujer con la corona del Bajo Egipto y un áureo. Otras veces con cabeza de leona y con el disco solar uraeus; y otras como Cobra sobre un cesto con la corona roja.

Tenía su templo y oráculo en Buto, que era la capital del Bajo Egipto, situada al Noroeste del Delta (a 95 km. de Alejandría). Sus profecías las enviaba a través de sueños. Aunque era la patrona de Buto, también fue venerada en Tanis.
Amamantó al dios Horus niño, para ayudar a Isis y le protegió de Seth en las marismas del Delta.

Cuando se unieron el Alto y Bajo Egipto, la diosa buitre Nejbet y la Buto (gran serpiente verde) formaron parte de la nomenclatura Real de los faraones con el titulo de “Las Dos Señoras”.Ambas aparecen en las diademas y figuraban en la frente de los faraones como diosas protectoras de Egipto.

La Buto era conocida por la ”Gran Verde” porque dominaba el Delta del río Nilo. Representaba la fuerza del crecimiento, la  fertilidad del suelo y de las aguas. También era el símbolo del calor ardiente del sol y la llama de fuego. Más adelante se le identificaría con el ojo de Ra.
La Gran Verde o diosa serpiente, era la guardiana de las regiones sagradas del reino de los muertos (símbolo de renovación y sabiduría) y  guardiana del hígado del difunto e intestinos.
A veces considerada buena y otras veces mala. Era la diosa de la justicia, el tiempo, el cielo y el infierno.

En la india, la serpiente continúa siendo un animal sagrado y símbolo de la suerte para los indios y los adeptos al yoga. Es la serpiente de fuego que se mueve por todo el cuerpo transformando la energía sexual en energía espiritual capaz de curar.
Hay un texto sagrado en el ataúd de Seti I que dice: “El alma de todos los dioses vive en las serpientes”.

Autora de texto y foto:

Guadalupe Aguilera