lunes, 28 de septiembre de 2015


         La hetaira del Vaticano


Me llamo Guadalupe Aguilera.
Las piedras que encuentro en mi camino, que dibujo y pinto, nos cuentan la historia del mundo, mitos y leyendas.
Espero que os guste.
La hetaira del Vaticano
El dibujo de esta piedra me cuenta la historia de “Frené” la hetaira más bella de todos los tiempos.

Mnesarate nace en Beocia muy cerca de Tebas, tiene quince años cuando el general tebano Epaminondas declara la guerra a los espartanos (373 a. C). Mnesarate asustada huye al Ática y en Atenas se busca la vida como vendedora ambulante, pero corren malos tiempos y la gente no le compra. Eso hace que muchos días no tenga ni un solo trozo de pan para llevarse a la boca.
 
Un día que estaba desfallecida y mendigando por la calle un estudiante la ve, se acerca a ella y le dice: Si quieres comer un plato de comida caliente y ganar unas monedas solo tienes que posar desnuda para mi maestro que anda buscando una modelo para poder pintar una obra que le han encargado. 

Mnesarate llega a casa del pintor y le deja bien claro qué aunque acceda a posar desnuda no es ninguna prostituta. Ella solo quiere que le pague por su trabajo y la respete, si algún día tiene que acostarse con él será cuando ella quiera. 

El pintor acepta y cuando la ve desnuda queda fascinado por su belleza y por el color de su piel muy parecido a un color oliváceo. El día de la exposición el maestro presenta su obra con el nombre de Venus, porque creé que Mnesarate es la viva representación de la diosa del amor y la belleza. 

Después del éxito obtenido todos quieren conocer a la modelo y muy pronto Mnesarate se hace famosa. Entonces comienzan a llamarla “Frené” que en griego significa sapo (quizás por el color de su piel)

Frené posó para muchos pintores y escultores y también para “Apeles” uno de los pintores más prestigiosos de todos los tiempos que se inspiró en ella para dibujar su “Venus Anadiomena”.

Fue en la fiesta de los Misterios de Eleusis cuando Apeles ve por primera vez a Frené. La ciudad estaba repleta de gente y no paraban de llegar extranjeros. Frené como cada año también va a esa fiesta, pero esta vez no pasa desapercibida porque ya es famosa y la reconocen y aunque sabe que la ven no tiene reparo en quitarse la ropa y meterse en el mar, desnuda. 
Apeles que acababa de llegar a la fiesta cuando la ve salir de las aguas del mar completamente desnuda creé que está viendo a la  mismísima diosa Venus y se inspira en ella, después  le suplica que pose para él. A partir de entonces se convirtió en la musa e inspiración  de todos los pintores, escultores, poetas y filósofos de la época.
Frené además de bella era muy inteligente y quizás por las necesidades que había pasado le gustaba tener mucho dinero. Si se convertía en una hetaira obtendría mucho más. Para ello tendría que estudiar y adquirir conocimientos en técnicas de pintura, escultura, poesía, filosofía, gimnasia, medicina y convertir las practicas de amar en un arte.
Las hetairas eran independientes y libres, hermosas, inteligentes, con estudios superiores y una educación exquisita, eran el escalón más alto de las mujeres públicas, pagaban contribución al Estado y por las leyes de Solón no eran admitidas en la clase de prostitutas.
A las hetairas no se les podían comparar con las dicteriades (prostitutas vulgares que cobraban un óbolo y no tenían estudios), ni con las auletrides que eran artistas, cantantes, bailarinas, que ofreciendo sus servicios sexuales podían ganar en una noche hasta cincuenta piezas de oro. Tampoco se les podía comparar con una meretriz, ni con las prostitutas sagradas, ni con las cortesanas francesas. Lo más parecido a una hetaira  quizás fuese una geisha.
Demóstenes decía: tenemos tres clases de mujeres: las hetairas para compartir las necesidades del alma y los deseos inconfesables, las prostitutas para satisfacer los sentidos, y la mujer legítima para darnos hijos y llevar la casa.
Frené estudió sin descanso y muy pronto fue una experta en todas las ramas. Su presencia era requerida en todos los debates filosóficos, participaba en ellos y contaba mucho su opinión, además siempre  se la veía en todas las celebraciones y tertulias del mundo del arte. 
Considerada como la diosa del amor y la belleza, llegaban hasta Atenas hombres de todas las culturas, la mayoría con un alto nivel adquisitivo que no dudaban en  pagar verdaderas fortunas y obsequiarla con costosos regalos para poder pasar una noche de amor entre sus brazos, muchos de ellos perdieron lo que tenían y quedaron arruinados.
Corría el año 365 a. C cuando Cefisódoto el Viejo y su discípulo Praxíteles regresan a su casa después de estar viajando por varios países y por todas las ciudades del Egeo aprendiendo técnicas pictóricas y viendo los nuevos estilos de esculturas. Para celebrar su regreso organizan una fiesta y reúnen a todos sus amigos. Los invitados pertenecen al mundo del arte, hay también grandes personalidades y por supuesto no podía faltar Frené. 

Praxíteles cuando la ve queda prendado de ella y a pesar de que Frené le dice y le deja bien claro que no piensa dejar su cartera de clientes ni su oficio, se convierten en amantes. Cuando Celisódoto se entera que Praxíteles está locamente enamorado de Frené intenta en vano quitársela de la cabeza. El desearía otra mujer para su discípulo porque lo considera como su hijo.

Las cosas se complican para la pareja cuando Frené es acusada de impiedad, un grave delito con pena de muerte (por la misma acusación sentenciaron a muerte a Sócrates).También es acusada de profanar los misterios eleusinos y tiene en su contra a los conservadores que no miran bien que a una hetaira se la pueda comparar con una diosa. 

La denuncia fue presentada por Eutías que era hijo de una de las familias más poderosas de Atenas. El joven estaba celoso porque a pesar de los cuantiosos regalos que le había ofrecido a Frené siempre se vio rechazado por ella.

Cuando Praxíteles se entera de las graves acusaciones que pesan sobre Frené va a casa de Hipérides y le suplica que defienda a su amada, sabe que es el mejor de todos los oradores y que nunca perdió un caso, pero Hipérides le dice que él no puede defender un caso indefendible, las acusaciones son muy graves y no va a perder su reputación.
La noticia corre como la pólvora y todos quieren asistir al juicio. Conocidos, clientes e incluso reyes viajan a Atenas, muchos con la intención de poder comprar al jurado para salvar de la muerte a Frené, pero a pesar de las grandes sumas de dinero que ofrecieron nada pudieron hacer.

El día del juicio Frené se defiende como puede ante el tribunal de los heliastas, pero nada de lo que decía lograba convencerlos y el tiempo corría en su contra. 
Entonces Praxíteles al ver que peligraba la vida de su amada le da un fuerte empujón a Hipérides que fue dando tras pies para no caer al suelo, quedando de pie en el centro de la sala y delante del tribunal. Los miembros del tribunal sorprendidos ante la presencia de un orador tan importante le preguntan si tiene algo que decir. 
Hipérides que aún no se había repuesto del empujón mira a su alrededor y se da cuenta que todos los ojos están clavados en él, todos quieren escuchar sus palabras.
Hipérides comienza a hablar en defensa de la acusada pero pronto comprende que ninguno de sus argumentos va a cambiar la opinión de los miembros del tribunal.
Cuando ya daba el caso por perdido tuvo una brillante idea y dirigiéndose a Frené le pide que se quite la ropa, quiere que quede desnuda ante el tribunal, los heliastas, su familia y el público presente. 
Entonces Frené obedeciendo a Hipérides se dirige caminando  hasta el centro de la sala sin prisa, quedando frente al tribunal.

La expectación era total, muchos no se atrevían ni a respirar, no querían perderse nada de lo que allí estaba pasando. Y Frené sin dejar de ver a los miembros del Tribunal, sacó sus sandalias y las tiró hacía un costado, después llevando las manos a sus hombros tiró de las cintas que sujetaban su pepló que se deslizó por su cuerpo cayendo al suelo sobre sus pies, quedando completamente desnuda. 

La tensión cortaba el aire y se produjo un gran silencio, silencio que Hipérides aprovecha para con voz potente decir:Esta mujer nos ha ofrecido amor y belleza que mal hay en ello. Olvidad, si os parece, todos mis anteriores argumentos. Pero ved… ¿No lamentareis condenar a muerte a la propia diosa Afrodita? ¡Piedad para la belleza¡

El jurado la absolvió de todos los cargos y fue puesta en libertad. Era la primera vez que una persona acusada de impiedad salvaba la vida.

Su amante Praxíteles quiso inmortalizar lo que ocurrió en aquel juicio (360a.C) y la esculpió en una estatua de mármol. Destaca la redondez de sus muslos, la perfección de sus rodillas, la dureza de su pecho y esa sonrisa que no se sabe si era de incertidumbre. Una pierna recta, la otra un poco flexionada, con una mano tapa parte de su sexo y con la otra sujeta el pepló.
Praxíteles la llamó Afrodita conocida como Venus de Cnido. La estatua de Afrodita hoy en día se conserva dentro del Vaticano y la belleza de Frené seguirá siendo admirada por los siglos de los siglos.
Después del juicio Frené adquirió mucha más fama y amasó tanto dinero que mandó construir una estatua de oro macizo en honor a Zeus y la mandó colocar en el jardín de su casa. También reparó las murallas de la ciudad de Tebas que Alejandro Magno había destruido y, a punto estuvo de reconstruir la ciudad entera pero exigía qué a  la entrada de la ciudad se  pusiera: “Alejandro la destruyó y Frené la reconstruyo”.


Texto e imagen:  Guadalupe  Aguilera


Bibliografia consultada:López Trujillo, Fernando (2012). El amor Carnal en la Grecia Clásica. Biblioteca Breve, Madrid. ,Edimat Libros S.A
8 PENSAMIENTOS EN “LA HETAIRA DEL VATICANO

  1. Otra hermosa historia nos trae Guadalupe, unida a una de sus piedras.decoradas.
    Las hetairas no eran prostitutas; en la Grecia clásica significaban , lo que en Japón las Geishas: Mujeres refinadas y cultas que entretenían a los hombres con sus cánticos, y conocimientos sobre arte, cultura, filosofía… accediendo también al placer, pero no como elemento único.
    No conocía la historia de FRENE, al parecer la mas bella de todas las hetairas.
    Felicidades Guadalupe, por acercarnos tanto los elementos culturales, como las tradiciones menos conocidas.
    Miguel.
  2. Me ha encantado el dibujo de la piedra, y la historia de las tan desconocidas hetairas.. son más conocidas las Geishas, como bien apunta Miguel.
    Enhorabuena de nuevo!! No dejas de sorprender. Gracias por compartir tus interesantes historias llenas de conocimientos!
  3. CARAY! Es una historia fascinante.Personalmente me encanto la pelicula memorias de una geisha. Creo que esta seria una historia para llevar a la pantalla…cultura…intriga..amor..ingredientes mas que suficientes para una gran pelicula, si es que no se ha rodado ya y la cual ignoro.
    Respecto a la piedra…un dibujo perfecto para esta historia.
    Felicidades una vez mas Guadalupe!!
  4. Me gusta como cuentas las historias, porque siendo reales hace que nuestra imaginación vuele al mundo de la fantasía.Yo tampoco conocía esta historia.
  5. Me encanto la historia de Mnesarate.No la conocía. Su inteligencia la llevo a comprender lo que desde muy joven había pasado y asi tenerlo presente en el futuro.Una historia muy bonita en unos tiempos de mucho peligro.Mujeres como la Hetaira y la Geisha siempre formaran parte de una cultura universal.Enhorabuena Guadalupe y gracias .La piedra muy bonita..un abrazo.
  6. Una vez mas haces que me transporte a esa época y deje volar mi imaginación,eres fantástica,nos cuentas unas historias llenas de magia maravillosas sigue a si mucho tiempo.Un saludo muy afectuoso